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🌹 Para ti Marcelo, mi maestro:

Has cruzado a otra vida hace unas horas.

Estoy triste por ello.
Siento no haberme despedido de ti.

Me hubiera gustado recordar contigo todo el tiempo que hemos compartido. Tantos años de trabajo juntos. Primero como mi maestro, terapeuta, profesor. He aprendido tantas cosas de ti, sobre mí misma, sobre sexualidad, sobre Gestalt, sobre trabajo corporal, sobre terapia de pareja, y seguramente muchas más que se me olvidan. Y después compartiendo como colegas trabajando juntos en tantos lugares y, claro está, finalmente como amigos.

Me hubiera gustado rememorar todas las vivencias compartidas, de 5-sexual a 5-sexual, de cómo veíamos las cosas de forma parecida, las relaciones, el mundo, la profesión, eso de trabajar sin parar y no darnos cuenta de que nos cansábamos…

Espero que allá donde estés puedas recibir mi agradecimiento, por todo lo que me has dado, que ha sido muchísimo, sin que nunca pidieras nada a cambio. Agradezco todo lo que me enseñaste. Y muy especialmente todo lo que me enseñaste sobre el abordaje psicoterapéutico de la sexualidad, que -como tú dijiste una vez- yo había ampliado con los años lo que tú me habías enseñado tan generosamente. Gracias a ti me dedico al campo de la sexualidad.

Gracias por tu mirada sin juicio, por tu sencillez, por tu saber estar, por valorarme, por acompañarme desde la aceptación, por la empatía, por las risas y las críticas, por salirte de lo convencional y permitirme a mí ser como era. ¡Gracias por tanto!

Te recordaré como alguien muy importante en mi vida, al que quise mucho y que también me quiso en la misma medida.

Me hubiera gustado despedirme y decirte: “Te quiero mucho” y que tú me dijeras lo mismo, como tantas veces lo hiciste.

Acompaño con un abrazo sentido a su esposa, Cele y a su hije Tatiana.

⭐ Marcelo Antoni – QEPD, 16.03.2024

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